¿Qué tal estáis princesas? Espero que estéis disfrutando del verano tanto como yo.
Como habéis podido ver por Instagram, he estado en Caldea sí, ese SPA tan maravilloso y grande que está ubicado en Andorra. En verano, parece que estamos obsesionados con la playa, y las palmeras, pero existen muchas alternativas en lo que a naturaleza se refiere. Por mi condición de feriante trotamundos, viajo bastante por Cataluña y me siento afortunada por poder disfrutar de paisajes realmente bonitos.
Ahora mismo estoy en Andorra, y si vienes a este país, una parada obligatoria, a parte de las compras y las montañas, también es Caldea, el SPA más grande del sur de Europa.
Hablemos un poco de Caldea, fue Inaugurado en 1994, el Comú (Ayuntamiento) de Escaldes- Esgordany decidió aprovechar las aguas termales que brotaban en el subsuelo de la zona. Y crear así, un balneario espectacular.
El diseño, lo realizó el arquitecto francés, Jean-Michel Ruols
“La fachada del edificio sigue el perfil sinuoso de las montañas y está cubierta por cristales semiemisores que permiten atenuar el efecto invernadero, refuerzan el aspecto cristalino del edificio y simbolizan el brillo y la transparencia del agua. En el interior, las formas son más suaves, sensuales, con connotaciones del cuerpo humano. La luz filtrada y los reflejos del agua crean juegos en los diferentes espacios del centro.”
Realmente, es un lugar único. No es la primera vez que voy, y siempre que estoy en Andorra, intento ir unas horitas a relajarme. En cuanto al efecto de las aguas termales, lo único que noto siempre que voy, es una piel más suave. A nivel terapéutico que es el objetivo de los balnearios, no sabría deciros nada, ya que no tengo ningún problema en la piel y no puedo ver si las aguas termales tienen algún efecto mayor en mí, que no dudo que tenga. En cuánto a bienestar y relajación, es brutal cuando sales de Caldea, con una sensación de ligereza que, a mí personalmente, me encanta y es lo que busco.
Según el centro, sus aguas termales poseen estas propiedades:
“Caldea utiliza todas las propiedades de las aguas termales de las fuentes de Escaldes-Engordany, que forman parte de las más cálidas de todos los Pirineos (70ºC).
El agua termal de Andorra, sódica y sulfurosa, es untuosa como el plancton termal y, aunque tiene propiedades terapéuticas, Caldea usa la riqueza de las aguas termales de su territorio con una filosofía diferente de la de los balnearios tradicionales.
Originariamente, los baños en agua termal han sido concebidos para fines terapéuticos ya que estas aguas ejercen una acción antiálgica, cicatrizante, descongestionante y antialérgica. En Caldea estos efectos terapéuticos se complementan con una experiencia lúdica que aporta una sensación inmediata de bienestar. Este es un concepto innovador que promueve los baños en aguas termales para fines lúdicos y que, desde su inauguración en el 1994, rompió con la idea de los spas y balnearios tradicionales, orientados a la terapia.”
Personalmente, siempre he tenido mis dudas sobre sí los balnearios mantienen la calidad de las aguas termales en las diferentes piscinas. Claro, al ver tantos jacuzzis, agua por un lado y agua por otro, te planteas si esa agua es realmente terapéutica o de lo contrario recibe tratamientos químicos de algún tipo. Según la información encontrada en su web, Caldea dispone de una certificación, Aquatermalcert (ATC) que dice así, “el agua utilizada en los circuitos tanto de Caldea como de Inúu mantiene intactas las propiedades del manantial termal.”






